Es la hora del desembarco

¡Adelante mis valientes!

Des-escalada

Esta nueva etapa en la que vamos entrando muy gradualmente es más difícil en muchos aspectos que la que estamos dejando atrás. Por varios motivos:

  • Desde un sentido social fuerte, de unidad e importancia de la actitud comunitaria. Es decir: formamos parte de una unidad que se va amplificando hasta la especie humana…nivel mundial y universal. Esto ha ocurrido en el inicio de la pandemia. Todos estábamos afectados, de una manera o de otra. Y eso creaba el sentido de pertenecer a una comunidad.
  • Después hemos de retornar a nuestra pequeña dimensión individual. Mucho más Y volver a darle un sentido a nuestros pasos.
  • Ahora debemos volver a generar el sentido de nuestra vida. O los sentidos.

Cada un@ de su propia vida. Tener alguna tarea colectiva, grupal, nos ayudará. Una tarea familiar. Alguien de quien cuidar. Ese alguien puede ser un@ mism@.

Entramos en una nueva etapa. En la anterior, el sentido nos venía dado: había –y hay- que cuidarse. Aislarse, quedarse en casa. Teníamos más tiempo pero poco espacio. Y en esa contracción, limitación del movimiento corporal, algunas relaciones se han intensificado. Algunas familias han profundizado sus vínculos, se han comprendido mejor, se han querido más. Y hemos llorado y hemos buscado las músicas que nos tranquilizaran. Y hemos reído. Y hemos sentido rabia, impotencia, esperanza. Hemos obedecido.

Ahora viene lo más difícil. Esto es como “el Escondite Inglés”. Hay que seguir teniendo cuidado pero avanzar a la vez ¡Un, dos, tres! Y quietos otra vez. Y mirar al de al lado, por si se mueve.

Cada un@ tiene que volver a tirar de su propio carro. Volver a salir adelante. Sin que el miedo haya desaparecido. Sin que haya una confianza ni una garantía de seguridad.

Repartir las culpas no nos hace menos indefensos.

Vamos a hacerlo. Vamos a volver. Un poco cambiado el rumbo. El paso más torpe. Y algunas palabras que se repiten: limpieza, planeta, economía, lo importante son las personas…

El peligro aumenta el deseo de encontrar al otro. El otro amigo, cómplice, compañero, compañera… La compañía que apoya y comprende y ayuda. No es el momento de grandes exigencias y altos ideales.

Es el momento de arrimar el hombro. Y saber quién ha estado ahí y de qué manera. La vida se abre paso. Sale, brota, fluye. Es tierna. Cuidémosla para que siga en libertad.

Dicen que seremos más temerosos pero más creativos y solidarios. Algo cambiará, algo permanecerá.

En estos tiempos, la voz del otro es un tesoro valioso. Pero no puede sustituir al resto de sentidos ni el abrazo, la piel, el beso, el apretón de manos. El achuchón. El chocar de las cañas para desear a tod@s salud.

Y reír y pasear y celebrar juntos. Rafa Nadal en su juventud reclama “la antigua normalidad”. No quiere la nueva. Pero hay que echarle mucha paciencia para recuperar la antigua normalidad en el buen sentido. Y los recursos para la paciencia,  mejor si son creativos. Si son alegres. Si son divertidos. Eros contra Thánatos. Ahora más claro que nunca.

  • Hay quien se ha reencontrado con las personas y las cosas sencillas. Con el tiempo y la calma. Y un bien-estar que estaba ahí siempre. Pero que tanta velocidad no les había permitido disfrutar, saborear. Una vuelta a lo cercano, a lo fundamental. Lo que nos fundamenta. La raíz.
  • Sueño que las próximas generaciones alcanzan un grado mayor de conciencia. Un nivel de conciencia superior. Con lo que eso quiera decir: conciencia de sus propias emociones, sentimientos, lo valioso y lo superfluo. Conciencia del planeta, de la fragilidad de la vida. De la presencia en un Universo. Conciencia del Bien y conciencia del Mal. Y en qué se diferencian.
  • En Terapia de Parejas hay un ejercicio interesante: el Círculo de tus prioridades.

Consiste en dibujar un círculo y repartir en porciones, como si fuera una tarta, entre diversos apartados: La pareja, los hijos, los padres, el trabajo, hacer deporte, aficiones varias, los amigos, la familia de la pareja…

Es interesante hacerlo, cada un@ pone los apartados que le correspondan a su vida. Y comprueba qué tiene más importancia y menos… Se puede comparar con el círculo que ha hecho tu pareja y ver si se comparten criterios y valoraciones.

Pero en este momento lo que te propongo es que lo hagas para ti mism@, y lo compares con lo que valorabas antes de la pandemia y el confinamiento, ¿Ha cambiado algo en tu perspectiva?

Sería interesante que así fuera…querría decir que te estás adaptando a los cambios. Y estás aprendiendo algo de todo esto.

Recuerdo para terminar el pensamiento de Darwin: no es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive. Sino el que mejor se adapta a los cambios. Y adaptarse parece un hecho pasivo y fácil. Pero creo que adaptarse significa cambiar. Ser capaz de cuestionarse cada un@ su forma de vivir. Y cambiarla.

Abrazos cariñosos

Sara Blasco

Mayo 2020

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