Consulta Psicología en Majadahonda

Consulta Psicología en Majadahonda

Consulta Psicología en MajadahondaHablando un poco sobre ella, hace ya más de una década que la abrí consulta psicología en Majadahonda . Es un pueblo con el que mantengo una fuerte vinculación desde hace muchos años, debido a lazos familiares y culturales.

Al principio la Consulta estaba en la calle de San Roque y era un amplio local, más parecido a un “loft” neoyorquino, con toda una pared de ladrillo y altos techos. Consulta psicologia en Majadahonda Últimamente me he trasladado a un pisito en la calle Monjitas, mucho más céntrico y que resulta más acogedor.

Ahí veo a las personas que se acercan a consultarme, por crisis de ansiedad, o problemas de pareja, o dificultades en las relaciones familiares, ¡o todo junto! Personas maravillosas que buscan una solución. Que no se conforman con el sufrimiento, y que quieren dar lo mejor de sí mismas. Para construir, para luchar por la felicidad en esta vida. Si eres uno de ellos, visita mi Consulta Psicología en Majadahonda. Te espero.

Sara Blasco cuenta con una consulta psicología en Majadahonda, en la Calle De las Monjitas, 4. En ella atiende a sus pacientes de psicoanálisis, psicoterapia, terapia de pareja y otras muchas especialidades psicológicas.

Si quieres contactar conmigo, llama a cualquiera de estos teléfonos:

  • 91 610 10 89
  • 665 511 407

O, si lo prefieres, escribe a:




Responsable: Sara Blasco (https://sarablascopsicologa.es). Finalidad: Obtención de tu consentimiento para responder a las cuestiones que nos planteas a través de nuestro formulario de contacto. Legitimación: Consentimiento del interesado. Destinatarios: No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional. Información adicional: Puedes consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos aquí.

El terapeuta es un espejo donde el sujeto puede mirarse. Pero en ningún momento se puede tomar el papel de la banalización, de querer apresurar el camino, las prisas o son buenas. Cada persona tiene su tiempo. Hay que dárselo, con sutileza, con espera. También las personas que conviven con otra que ha sufrido un trauma. No para convertirlo en una víctima eterna. Pero sí para reconocer su dolor y tenerlo en cuenta.
Hay que escuchar cuando el otro dice NO. Sea un niño, una niña, o una mujer, o un hombre. Y hay que escuchar cuando el otro dice SÍ. Las palabras de ánimo sirven de poco. Más bien parecen una necesidad de quien las pronuncia de que el otro salga de su estado. Pero no ayudan.
La convivencia plantea siempre contradicciones, deseos que chocan, mi deseo contra tu deseo. Sólo a veces, conseguimos aunar tu deseo con mi deseo y parece que vamos juntos. La soledad forma parte de la vida. El dolor también. Pero también la risa, la alegría, el humor. Poder participar de todo ello requiere la habilidad de un arte.